China busca revertir su crisis de natalidad con una nueva ley de guarderías

China enfrenta una crisis demográfica inversa a la que motivó su política del hijo único. Tras décadas de control poblacional, la población china ahora cae en picado. El gobierno ha implementado diversos planes para incentivar los nacimientos, y su última estrategia se centra en mejorar una infraestructura crítica: las guarderías.

Según informa el South China Morning Post, China está revisando lo que será la primera ley que regula el sector de los servicios de cuidado infantil. Las medidas se enfocarán en los menores de tres años, con el objetivo de construir una sociedad favorable a la natalidad. Entre sus puntos clave está mejorar la calidad del servicio, asegurar la cualificación de los profesionales y ampliar la oferta de guarderías asequibles para reducir el costo de la crianza.

Las guarderías son un aspecto clave. Desde los años 80, el estado dejó de ofrecer guarderías públicas, trasladando la carga de los cuidados a las familias. La sociedad se adaptó de la forma más previsible: que fueran los abuelos quienes se ocuparan de los niños o que la mujer redujera su jornada laboral.

La falta de regulación ha provocado que la oferta de guarderías a precios asequibles sea escasa y con profesionales de cualificación insuficiente. Las guarderías de calidad eran un lujo al alcance de unos pocos. La nueva ley busca promover la creación de nuevos centros estatales a precios más accesibles.

La confianza es otro factor. Los escándalos por casos de maltrato en guarderías chinas son conocidos, al igual que casos de maltrato por parte de niñeras. Si a un servicio caro se suma la falta de confianza, el cuidado en los primeros años se convierte en un factor disuasorio. En 2021, solo el 5,5% de los niños chinos menores de tres años estaba en una guardería, cifra que contrasta con el 88% de escolarización de los 3 a los 6 años.

Desde que en 2015 se puso fin a la política del hijo único, el gobierno ha desplegado varios planes para corregir la curva descendente de la natalidad. Junto a los nacimientos, también decayeron los matrimonios, por lo que se planteó dar clases de matrimonio y amor e incluso actuar como intermediario para ayudar a los jóvenes a encontrar pareja. Una de sus últimas medidas más llamativas es establecer un impuesto especial a los condones.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**

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