La calma de Fin de Año es un espejismo: el choque entre un frente polar y el Atlántico amenaza la noche de Reyes

A pocas horas de cerrar 2025, todas las miradas están puestas en el tiempo que hará a principios de enero y, sobre todo, en el día de Reyes, tras confirmarse que la Nochevieja será tranquila. Sin embargo, los modelos meteorológicos actuales ya plantean un cambio drástico para los primeros días del nuevo año, con una bajada generalizada de temperaturas y la posibilidad de nevadas repartidas por gran parte de la península.

La última proyección del modelo europeo del ECMWF sugiere un escenario de gran inestabilidad para los días 4 y 5 de enero de 2026, con nevadas que podrían alcanzar cotas inusuales y afectar a amplias zonas del centro y noreste peninsular. Esta información ya circula en redes sociales a través de cuentas especializadas en meteorología.

La situación respondería al choque entre un frente frío de origen polar y borrascas atlánticas cargadas de humedad, una combinación ideal para generar precipitaciones en forma de nieve. No obstante, los expertos recuerdan que, en plazos superiores a cinco días, la fiabilidad de los modelos sigue siendo limitada y el escenario puede variar.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene una posición más conservadora. En su predicción especial para Navidad, confirma que el inicio de 2026 será más frío de lo normal, debido principalmente a la llegada de la borrasca Francis. Este sistema dejará lluvias en Canarias a partir del 1 de enero y afectará al oeste peninsular desde el viernes 2.

Se espera que el 4 de enero lleguen vientos fuertes del norte y un descenso térmico generalizado. Sin embargo, a partir del día 5, la AEMET señala una “incertidumbre alta”. Aunque los modelos apuntan a temperaturas bajas persistentes, la agencia no confirma por el momento nevadas en cotas bajas que puedan cubrir de blanco la noche de Reyes.

No se puede ignorar el componente psicológico de estas previsiones. En enero próximo se cumplen cinco años de la borrasca Filomena, lo que hace que cualquier proyección de frío y nieve en estas fechas se observe con cierta cautela e incredulidad. Por ahora, no hay indicios de un fenómeno de similar magnitud.

Ante este panorama, lo más sensato es esperar a que se acerque la noche del 5 de enero para obtener predicciones más fiables. La evolución meteorológica puede cambiar significativamente incluso 48-72 horas antes, lo que es especialmente relevante para las numerosas cabalgatas de Reyes programadas en toda España, que podrían verse afectadas por condiciones adversas.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**

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