Título: A un programador no le gustaba cómo extraía el café su cafetera. Así que dedicó 100 horas para hackearla
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Alejandro Alcolea
La insatisfacción con un electrodoméstico es una experiencia común entre los consumidores. Este fue el caso de un desarrollador de software que, tras adquirir una cafetera, identificó una característica poco práctica: el aparato se apagaba automáticamente después de 30 minutos de uso. En lugar de optar por la devolución, decidió tomar un camino inusual: hackearla.
Funciones vs usuario. Gabriel Ciubotaru, experto en ciberseguridad e ingeniería inversa, compartió su experiencia en una reciente conferencia celebrada en el DefCamp 2024, un destacado evento en el ámbito de la ciberseguridad en Europa. Durante su ponencia, relató que la cafetera adquirida incluía un ciclo de purgado que expulsaba agua cada vez que se encendía, lo que resultaba en una pérdida de tiempo y recursos. Aunque existía la opción de extender el tiempo de encendido hasta tres horas, esta no se adaptaba a su rutina, ya que él prepara café cada cuatro horas.
Hackear la cafetera. Gabriel decidió abrir la máquina y acceder a la placa base con el objetivo de localizar el microcontrolador y modificar el firmware para ajustar el tiempo de apagado según sus necesidades. Aunque identificar el componente fue relativamente sencillo, localizar las líneas de código adecuadas resultó ser un desafío. Finalmente, logró modificar un código que controla los iconos de advertencia en la pantalla de la cafetera, permitiendo que ahora se apague de acuerdo a su preferencia. Gabriel estimó que dedicó 100 horas a este proyecto, lo que le ahorra 30 segundos al día, un esfuerzo que considera totalmente justificable.
Proyectos más caseros. No todos los usuarios cuentan con los recursos o la motivación para realizar modificaciones complejas en sus cafeteras. Sin embargo, existe un creciente interés por parte de algunos consumidores en personalizar sus máquinas. La cafetera DeLonghi Dedica es un modelo popular que ofrece configuraciones predeterminadas para la extracción del café. No obstante, algunos usuarios buscan obtener una espuma de leche de mejor calidad. Un consejo compartido es retirar la parte metálica del espumador y utilizar solo la boquilla de goma, lo que asegura un mejor control del proceso de espumado, aunque puede ser necesario fijar la boquilla con una brida para evitar que se desprenda debido a la presión.
Quitando funciones a la máquina. Además de las modificaciones para mejorar la espuma, hay otras alteraciones que pueden influir en el sabor del café. Las cafeteras de filtro suelen mantener el café caliente mediante una resistencia, lo que puede alterar su sabor. Una práctica común es desconectar los cables de la resistencia, evitando que el café continúe “cocinándose” después de la extracción, lo que contribuye a una mejor experiencia de sabor. También se pueden realizar modificaciones como el reemplazo del espumador o el ajuste en la presión de la bomba de agua, que pueden mejorar el rendimiento de la cafetera.
Implicaciones más serias. Aunque estas modificaciones parecen inofensivas, hackear una cafetera puede tener implicaciones más serias. Martin Hron, investigador de seguridad de Avast, demostró los riesgos asociados al hackear dispositivos IoT tras acceder a una cafetera inteligente.
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