El cerebro de los hombres envejece peor, pero ellas desarrollan más Alzheimer: una paradoja que desconcierta a los científicos

José A. Lizana
José A. Lizana

Es una de las paradojas más crueles de la neurología moderna: las mujeres son diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer casi el doble de veces que los hombres. Y la pregunta en este caso era obligatoria: ¿por qué? Las primeras teorías apuntaban al envejecimiento cerebral, al apuntar que los cerebros de las mujeres se deterioran más rápido. Pero ahora, todo ha cambiado de manera radical.
Un estudio publicado en Proceeding of the National Academy of Sciences (PNAS) no solo desmonta esta hipótesis, sino que revela justo lo contrario: el cerebro de los hombres sanos parece envejecer y encogerse más rápido. Pero aun así, el efecto esperado no es el que vemos en la prevalencia de la enfermedad. 
Hasta ahora, los estudios sobre las diferencias de sexo en el envejecimiento cerebral habían arrojado resultados contradictorios. Mientras algunos sugerían una mayor pérdida de materia gris en hombres, otros apuntaban a un deterioro más pronunciado. 

El método. Para aclarar este panorama, un equipo internacional de científicos ha llevado a cabo uno de los análisis más grandes hasta la fecha. Analizaron para ello 12.638 resonancias magnéticas cerebrales longitudinales de 4.726 participantes cognitivamente sanos (2.181 hombres y 2.545 mujeres). 
Los participantes, en este caso, con edades comprendidas entre los 17 y los 95 años, se sometieron al menos dos escáneres cerebrales en un intervalo promedio de 3,3 años. Esto permitió a los investigadores observar no una foto fija, sino los cambios estructurales reales en el cerebro a lo largo del tiempo, controlando factores como el tamaño de la cabeza. 
Un mayor deterioro. Los resultados, tras los ajustes, fueron sorprendentemente claros: los hombres experimentaron una mayor reducción de volumen y grosor en más regiones cerebrales que las mujeres.
Los hombres mostraron una disminución más pronunciada del grosor cortical en regiones como el cuneus, el giro lingual y el parahipocampal. También presentaron una mayor reducción del área de superficie en la corteza fusiforme y postcentral. Por ejemplo, la corteza postcentral, responsable de procesar sensaciones como el tacto y el dolor, disminuyó a un ritmo anual del 0,20% de los hombres frente al 0,12% de las mujeres. 
Además, en los adultos mayores se vio que los hombres también mostraron una mayor contracción en estructurales subcorticales clave como el caudado, el putamen y el núcleo accumbens. Por el contrario, las mujeres solo mostraron una mayor reducción del área de superficie en los surco temporal superior y una mayor expansión ventricular en la vejez. 
La conclusión. La conclusión principal del estudio es tan contundente como desconcertante: las diferencias sexuales en el deterioro cerebral relacionado con la edad son “poco probables” de explicar por qué las mujeres tienen una mayor prevalencia de diagnósticos de Alzheimer. Amy Brodtmann, investigadora de la Universidad de Monash, coincide y añade que si estos cambios fueran responsables del Alzheimer, se esperaría ver un mayor deterioro en las mujeres en áreas cruciales para la memoria, como el hipocampo, algo que el estudio no encontró en sus análisis principales.
Esto obliga a la comunidad científica a buscar otras explicaciones. Los resultados sugieren que la mayor prevalencia de Alzheimer en mujeres probablemente se deba a otros factores más allá de la atrofia cerebral por la edad.

Hay matices. Los propios autores del estudio reconocen que la enfermedad es un fenómeno complejo. Una de las limitaciones del estudio es que la muestra de participantes tenía niveles educativos más altos que la población general, un conocido factor protector contra el Alzheimer, lo que podría no ser totalmente representativo. 
Además, el estudio introduce un matiz fascinante. Cuando los investigadores ajustaron los datos no por edad cronológica, sino por esperanza de vida restante, varias de las diferencias desaparecieron. En este escenario, las mujeres incluso mostraron un mayor declive en el volumen del hipocampo. Esto podría indicar que los cambios cerebrales terminales, cercanos a la muerte, juegan un papel importante, pero se necesita más investigación para confirmarlo. 
Imágenes | Natasha Connell 
En Xataka | No necesitas más horas en el día. Lo único que se necesita es entender cómo funciona el cerebro para trabajar mejor con menos 

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