Título: En plena crisis de fe entre los jóvenes, la Iglesia ha encontrado una forma de conectar: a través de las monjas de TikTok
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John Tones
John Tones
La reciente muerte del Papa Francisco ha desencadenado un notable incremento en las cifras de reproducción de la película ‘Cónclave’. Sin embargo, esta no es la única manifestación reciente del catolicismo en las redes sociales. En los últimos meses, hemos sido testigos del surgimiento de una nueva generación de influencers que comparten su fe de manera adaptada a los tiempos modernos. Entre ellos, destacan las monjas que utilizan TikTok para ofrecer una visión de la vida en el monasterio, la oración y otros aspectos que anteriormente permanecían en la penumbra.
Más casos. Una de las últimas en hacerse viral, siguiendo el ejemplo de la italiana Sor Claudia, quien cuenta con más de 113,000 seguidores, es Sor Marta, una monja española que ha alcanzado 64,000 seguidores en TikTok y 38,000 en Instagram. Sor Marta se centra en ofrecer consejos a los jóvenes sobre temas como la oración y la vocación, destacando los productos que cocinan las monjas de su congregación. Además, utiliza su perfil para responder a preguntas inusuales, como la inquietante “¿Cuánto cobran las monjas?”, abordando este asunto con naturalidad, así como cuestiones más polémicas, desde los tatuajes hasta la sexualidad. Muchos de estos temas más extensos los desarrolla en YouTube.
A lo Jesús. “Si Jesús estuviera en este tiempo, usaría las redes sociales porque en su época buscó todas las formas de llegar a la gente”, afirma la Hermana Josefina Cattaneo, una de las religiosas más seguidas en TikTok con más de 208,000 seguidores. Esta monja argentina, que se define como “monja del pueblo”, comparte su experiencia dentro del convento de una manera que despoja de misticismo su vida diaria, presentándola como la de un grupo de amigas que pasan su tiempo rezando. Sus publicaciones retratan rutinas, celebraciones y momentos de ocio, desmitificando así la vida monástica.
Vida monacal versus vida influencer. La notable cantidad de monjas que documentan su vida en TikTok resalta el contraste entre la supuesta reclusión y secrecía de la vida religiosa y la naturaleza misma de esta red social, que fomenta la exposición personal, a menudo con un matiz de vanidad y exhibicionismo que tradicionalmente no se asocia con las religiosas. Estas monjas han logrado apropiarse del lenguaje y los tics de las redes sociales –trends, filtros y memes– con un objetivo claro: ofrecer una nueva imagen a la Iglesia Católica.
Menos monjas. El número de vocaciones ha disminuido notablemente en los últimos años. Según datos de 2022, el número de monjas y monjes de clausura en España era de aproximadamente 7,906. A lo largo de la última década, entre 2012 y 2019, este número descendió un 19.8%, pasando de 10,889 a 8,739. Además, la edad media de las monjas supera los 75 años en la mayoría de las comunidades, lo que indica una preocupante falta de relevo generacional. En España, se están cerrando más de un convento femenino al mes debido a
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