Título: “Están privatizando la playa”: en Málaga los megachiringuitos se están adueñando de las zonas de baño de la ciudad
Contenido:
Carlos Prego
Carlos Prego
Los chiringuitos son tradicionalmente asociados con momentos de relax, vacaciones y placeres al sol, con una caña y un buen pincho en la mano. Sin embargo, en Málaga, han comenzado a generar un clima de controversia que ha movilizado a los vecinos y desencadenado un intenso debate entre administraciones sobre competencias, legislación y urbanismo. Este conflicto se desarrolla en el contexto de la persistente discusión sobre la privatización de las costas. La preocupación principal radica en la intención de ampliar varios merenderos en la emblemática playa de La Malagueta, lo que podría transformarlos en megachiringuitos.
“La playa se va a quedar sin horizonte”, alertan los residentes.
Pendientes de La Malagueta. Durante el último año, los hoteles de Málaga recibieron a 6,3 millones de visitantes. Es razonable suponer que la mayoría de ellos, especialmente los turistas, disfrutaron de la playa de La Malagueta, conocida por su belleza y su oferta gastronómica. No obstante, en los últimos meses, algunos de estos establecimientos han sido objeto de críticas por sus planes de remodelación.
La atención se centra en varios chiringuitos ubicados entre el restaurante Antonio Martín y una residencia militar. Según informó el diario SUR en septiembre, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga han iniciado un proceso de reforma integral de tres chiringuitos, con el objetivo de aumentar su altura y volumen, llegando incluso a plantear el derribo del chiringuito original para reubicarlo.
Las quejas de los vecinos. La propuesta ha generado gran descontento entre los moradores de la zona, quienes han estado en pie de guerra durante meses. Aseguran que los nuevos locales ampliarán significativamente su tamaño, transformando modestos merenderos en grandes chiringuitos que “comerán” espacio en la playa.
“La playa de La Malagueta se va a quedar sin horizonte […]. Se van a construir tres chiringuitos que triplicarán el espacio de ocupación y duplicarán el volumen”, deploraba en diciembre la presidenta de la asociación vecinal en una entrevista con la SER. “Se está construyendo un restaurante de un volumen considerable que alterará el tramo del paseo, junto con otros dos más similares”.
¿Tanto van a cambiar? En el caso del chiringuito cuya reforma está más avanzada, que se trasladará ligeramente hacia el oeste de la playa, los cambios son notables. De ser un merendero modesto, con una pequeña construcción y toldo, pasará a convertirse en una Editado con FGJ CONTENT REWRITER