Ibiza tiene dos grandes problemas: el primero es la masificación turística y el segundo es una plaga de serpientes

Título: Ibiza tiene dos grandes problemas: el primero es la masificación turística y el segundo es una plaga de serpientes

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Pablo Martínez-Juarez
El ecosistema de la isla de Ibiza, así como el de las Pitiusas (el archipiélago formado por las islas occidentales de Baleares), se encuentra amenazado desde hace años por una lucha singular. Se trata de la batalla por la supervivencia de una especie local de lagartija frente a una culebra que ha diezmado considerablemente su población.

Una lucha desigual. Baleares es testigo de la progresiva desaparición de una de sus especies endémicas debido a la introducción de una serpiente depredadora. Este desequilibrio está llevando a la lagartija local al borde de la extinción, un animal que prosperó sin la amenaza de depredadores y que ahora se enfrenta a una voraz culebra cuyos números siguen en aumento.

Las protagonistas. Presentamos a las especies que protagonizan esta historia. La lagartija en cuestión es la llamada lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), una especie endémica de las Pitiusas. Estos reptiles se distribuyen en diversas áreas de la geografía ibicenca, siendo su presencia más habitual en las zonas costeras con vegetación densa.
La principal amenaza para esta especie es la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis). El hábitat de este ofidio abarca gran parte de las costas del Mar Mediterráneo occidental, desde Túnez hasta el sur de la península Ibérica, incluyendo áreas de la isla de Cerdeña.

Cuándo empezó todo. La culebra de herradura fue detectada por primera vez en las Pitiusas en 2003, aunque se sospecha que su presencia en las islas se remonta a tiempos anteriores. Se cree que este ofidio llegó a las islas de forma accidental, probablemente en el interior del tronco de un olivo utilizado como elemento decorativo.

Por tierra y por mar. Durante 20 años, la culebra europea ha logrado establecerse y expandirse por la isla, presionando a la lagartija autóctona y a otras especies no endémicas. Además, los expertos advierten que este animal es un buen nadador, lo que supone una amenaza no solo para Ibiza y Formentera, sino también para la red de islotes que conforman el archipiélago de las Pitiusas, cada uno con características ecológicas únicas.

De Ibiza a Euskadi. La lagartija de las Pitiusas es considerada una especie endémica del archipiélago balear, pero en los últimos años se ha reportado una pequeña población en un lugar muy distinto: la costa vasca. Se estima que los reptiles ibicencos (llegaron a Bizkaia) a mediados de los años 90 y, para 2011, habían desplazado a la lagartija roquera (Podarcis muralis) en el islote de San Juan de Gaztelugatxe, perteneciente a Bermeo. Este reptil se ha ido expandiendo en otros entornos costeros y del interior, incluyendo las inmediaciones de San Sebastián, donde amenaza a la lagartija de Urgull (

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