Deutsche Bank y Morgan Stanley buscan formas de protegerse de la deuda que han extendido para construir centros de datos de inteligencia artificial, según el último reporte de Ed Zitron. El análisis critica el auge de la IA y el mercado bursátil, donde la deuda y análisis complacientes estarían inflando una burbuja insostenible.
Estos movimientos evidencian una clara desconfianza en la viabilidad económica de la infraestructura que están financiando. Morgan Stanley, Deutsche Bank, Goldman Sachs, JP Morgan y MUFG han participado en las mayores operaciones de financiación de centros de datos del mundo, incluyendo varios préstamos a CoreWeave y los proyectos Stargate, pero ahora buscan reducir su exposición a esos mismos activos.
En 2025 se cerraron al menos 178.500 millones de dólares en financiación de centros de datos solo en Estados Unidos, casi el triple que en 2024. CoreWeave, uno de los mayores operadores, arrastra 25.000 millones en deuda sobre unos ingresos estimados de 5.350 millones, perdiendo cientos de millones cada trimestre.
Los centros de datos de IA funcionan mediante un modelo de financiación circular que depende de que las instalaciones estén operativas. Solo entonces comienzan a generar ingresos mensuales. Si se retrasa la construcción o el cliente no puede pagar, el préstamo queda en el aire.
La banca que ha alimentado la burbuja ahora se está cubriendo las espaldas. Los bancos argumentan que estas coberturas son prácticas normales de gestión de riesgo. El problema es que se están cubriendo frente a préstamos que ellos mismos estructuraron y aprobaron, muchos de ellos a clientes cuya capacidad de pago es, como mínimo, incierta.
CoreWeave ha ofrecido a OpenAI condiciones de pago neto 360 (un año desde la factura para liquidar), según su acuerdo de préstamo. Si OpenAI, que necesita recaudar 100.000 millones para seguir operando, decide no pagar, CoreWeave incumple automáticamente sus obligaciones crediticias. Y CoreWeave es, probablemente, el operador mejor financiado del sector de las neoclouds.
NVIDIA anunció en octubre que garantizaría 860 millones de dólares en obligaciones de arrendamiento de un socio a cambio de warrants, con 470 millones depositados en una cuenta de garantía. En el balance de CoreWeave del tercer trimestre aparece una partida de “efectivo restringido no corriente” por 477,5 millones. NVIDIA también firmó un contrato de 6.300 millones con CoreWeave para comprar la capacidad que CoreWeave no logre vender hasta 2032.
Los bancos que están cubriendo sus apuestas son los mismos que han financiado la mayor parte de la infraestructura de IA global. No están vendiendo el riesgo de cualquier préstamo, sino el riesgo de centros de datos que pueden no encenderse nunca, o que si lo hacen, servirán a clientes que queman miles de millones sin generar beneficios.
Cuando los financiadores del boom dan muestras de haber dejado de creer en el boom, conviene prestar atención.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**