Título: Los coches chinos ya no compiten contra Occidente. Compiten contra el propio futuro
Contenido:
Javier Lacort
Javier Lacort
Durante años, Occidente fue el objetivo principal de las marcas chinas, que lo consideraban un modelo a seguir y un estándar a alcanzar. Sin embargo, en la actualidad, este referente ha quedado obsoleto. Empresas como BYD, Xiaomi, Zeekr, Nio y las nuevas marcas del grupo Chery en Europa, como Jaecoo y Omoda ya no buscan emular a marcas como Tesla, Mercedes, BMW o Jeep. Estas compañías están operando en un ámbito completamente diferente, uno que no existía hace cinco años. Un terreno donde el automóvil trasciende el motor, el prestigio y la herencia, convirtiéndose en una plataforma digital, en una experiencia emocional integrada y en un servicio fluido.
Mientras en Europa se debate sobre la rentabilidad del coche eléctrico y en Estados Unidos la industria automovilística se ha convertido en un tema de controversia política, China ha revolucionado la concepción del automóvil, transformándolo en un objeto dinámico, sensible y evolutivo. Se ha convertido en un producto en constante desarrollo, similar a un software que aprende, siente y se reinventa.
Cada nuevo modelo lanzado por las marcas chinas representa menos un simple vehículo y más un manifiesto, una declaración de intenciones que anticipa el futuro en lugar de reaccionar al presente.
El Xiaomi SU7 Ultra no es simplemente una mejora del Model 3. Es una reinvención total de la noción de vehículo premium: con una autonomía de 800 km y carga ultrarrápida que proporciona 370 km en tan solo
Editado con FGJ CONTENT REWRITER