SpaceX ha aterrizado 20 veces con un mismo cohete, como prometió. Sus competidores ya no se burlan de la idea

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Matías S. Zavia
Los lanzamientos de Falcon 9 de SpaceX se han vuelto tan rutinarios que solo son noticia cuando baten récords. El cohete ha volado 38 veces en lo que va de año, más que todos los demás cohetes del mundo juntos, gracias a su capacidad única de reutilización. En su último vuelo, una etapa de Falcon 9 aterrizó por vigésima vez, un nuevo récord que deja muy atrás el objetivo inicial de 10.
20 aterrizajes para un mismo Falcon 9. La etapa B1062 despegó desde la plataforma SLC-40 de Cabo Cañaveral, puso en órbita 23 satélites Starlink y aterrizó por vigésima ocasión. Esta vez, en la barcaza autónoma A shortfall of gravitas, a 600 km de la costa de Florida, en el océano Atlántico.
Es la primera etapa de Falcon 9 que llega a 20 aterrizajes. B1062 debutó en 2020 para lanzar dos satélites GPS, completó dos misiones tripuladas (Inspiration 4 y Axiom 1) y ha colocado en órbita 507 satélites: un total de 261 toneladas de carga en menos de cuatro años.
La única empresa capaz de hacerlo. El Falcon 9 ha aterrizado con éxito en 297 de 308 intentos: el 96,4% de las veces (aunque casi todos los fallos se concentran en los primeros intentos). Los propulsores actuales han sido certificados para 20 vuelos, pero la compañía ya trabaja en una nueva certificación de 40 lanzamientos.
SpaceX reutiliza rutinariamente sus cohetes desde 2017. Es la única empresa que lo hace, a excepción del pequeño cohete suborbital New Shepard de Blue Origin. En algún momento se le sumará el pequeño cohete orbital Electron de Rocket Lab, que amortigua su caída con un paracaídas y es recuperado del océano.
Lo que decía la competencia hace años. El exjefe de ciencia de la NASA, Thomas Zurbuchen, recuerda que hace 15 años la industria estaba convencida de que “la reusabilidad nunca sucedería”. Era un desafío técnico demasiado difícil y no parecía tener sentido financieramente.
En 2013, Richard Bowles, un exdirectivo de Arianespace, decía que la reusabilidad no era real: “es un sueño y, como tal, no hay que despertar a la gente, hay que esperar a que se despierten solos por el mercado”.
Muchos años después, en 2020, el CEO de ULA, Tory Bruno, escribió que hacían falta al menos 10 vuelos por cohete para que el coste de la reusabilidad (aviónica, inspecciones, reparaciones…) fuera rentable respecto al de un cohete desechable. Añadió que un solo fallo pondría en peligro esa rentabilidad.
La ventaja de ser SpaceX. La versión Block 5 del Falcon 9 fue presentada en mayo de 2018. Con ella, SpaceX pasó de cohetes que podían volar un par de veces después de meses de reparaciones a cohetes capaces de volar 10, 15 y ahora 20 veces con una cadencia de menos de un mes entre vuelos.
La reusabilidad reduce el precio de los lanzamientos a la mitad para SpaceX, que dicho sea de paso no le sacaría tanto partido al cohete si no fuera por la constelación de satélites Starlink, que ya cuenta con cerca de 6.000 satélites.
Mientras la competencia trabaja en ponerse al día (y las empresas chinas son las mejor posicionadas para conseguirlo), SpaceX sigue avanzando hacia la reusabilidad total con Starship. Si lo consigue, Starship podrá lanzar más de 200 toneladas de carga en cada vuelo, lo mismo que un Falcon 9 lanza en cuatro años. El nuevo cohete está diseñado para despegar varias veces al día.

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